jueves, 2 de junio de 2016

NIA 620 EXPERTOS

del auditor cuando se encuentra haciendo la auditoria de los estados financieros y encuentra ciertas áreas en las cuales no tiene la capacidad de dictaminar, debido a las limitaciones en conocimientos específicos detectados, para lo cual vincula el trabajo de una persona u organización especialista en un campo diferente al de la contabilidad y auditoría, es decir el trabajo de un experto que se caracteriza por tener habilidad, conocimiento y experiencia suficiente en dicho campo y que de alguna manera este procedimiento busque ayudar al auditor a obtener suficiente evidencia apropiada de auditoria. Es importante aclarar que esta norma se refiere al trabajo de una persona u organización de un área diferente a la contabilidad que ayuda al auditor a obtener la suficiente y apropiada evidencia de auditoria sobre situaciones específicas que se presenten durante la auditoria, y no incluye la persona u organización que ayuda a la entidad a la realización de los estados financieros.
Cuando el auditor apoya su trabajo con el uso del trabajo de un experto no significa que cuando expresa una opinión de auditoria disminuya la responsabilidad de la misma, sin embargo el auditor puede llegar a la conclusión de que el trabajo del experto es adecuado para sus propósitos de auditoria, y así mismo aceptar los hallazgos o conclusiones en el campo de especialidad del experto como un argumento válido en la auditoria para soporte como evidencia.
OBJETIVOS
El auditor debe definir si es necesario e importante el uso del trabajo de un experto, para complementar el proceso de auditoría de los estados financieros de una entidad, y determinar si el uso del trabajo del experto es adecuado, pertinente y coherente con los propósitos que tiene el auditor para el desarrollo de la auditoria.
Determinación de la necesidad de un experto: Es importante que el auditor determine si usará o no el trabajo de un experto, cuando se hace necesario que exista pericia en un campo específico y distinto al de la contabilidad o la auditoria, y que permita obtener claridad y entendimiento de la entidad y su entorno de la misma manera que se puedan identificar y evaluar los riesgos significativos para diseñar y realizar otros procedimientos de auditoria que respondan a los riesgos identificados obteniendo así suficiente evidencia apropiada de auditoria para la formación de la opinión sobre los estados financieros.
Cuando la administración ha hecho uso del trabajo de un experto para la preparación de los estados financieros, el auditor puede como se ha manifestado anteriormente determinar si requiere del uso del trabajo de un experto o no, pero esto no anula que pueda existir algún tipo de influencia por los procedimientos realizados por el experto de la administración, sus alcances, objetivos, capacidades, competencias y demás respecto al auditor, permitiendo así que el auditor tome decisiones acertadas de acuerdo a los referentes consultados anteriormente.
Competencia, capacidades y objetividad del experto: El auditor debe evaluar si el experto tiene la capacidad, competencia y objetividad para el desarrollo del trabajo y cumplir con los propósitos del auditor. Es importante mencionar que estos factores pueden afectar de manera significativa el trabajo del experto mismo y de igual manera los propósitos del auditor. Vale la pena aclarar que la competencia hace referencia a la naturaleza y el nivel de pericia del experto. La capacidad se refiere básicamente a la habilidad del experto para ejercer esa pericia y la naturaleza, en el contexto del trabajo, por último la objetividad tiene relación con un posible conflicto de intereses o influencia de otros en el juicio profesional del experto. La manera como se presenten estos tres factores en el proceso puede provenir de situaciones como la experiencia personal y las discusiones que se tenga con el trabajo previo de ese experto, artículos o libros publicados escritos, así mismo que las discusiones que se presenten con otros auditores u otras personas que tengan relación directa con el trabajo de ese experto. Además es importante tener conocimiento que ese experto está sujeto a normas de desempeño técnico u otros requisitos profesionales o de la industria, normas de acreditación de un organismo que otorgue licencias, o requisitos impuestos por la legislación o normatividad. Sumado a esto el auditor deberá estar al tanto si ese experto tiene elementos que lo hagan competitivo en relación a requisitos importantes de contabilidad y auditoría. Cuando el experto es externo, el auditor debe investigar intereses o relaciones que puedan afectar la objetividad del experto.

“Experto” significa una persona o firma que posee habilidad, conocimiento y experiencia especiales en un campo particular distinto del de la contabilidad y la auditoría.
La educación y experiencia del auditor lo capacitan para ser conocedor de los asuntos de negocios en general, pero no se espera que tenga la pericia de una persona entrenada o calificada para asumir la práctica de otra profesión u ocupación, tal como un actuario o un ingeniero.
Un experto puede ser:
1.    contratado por la entidad
2.    contratado por el auditor
3.    empleado por la entidad
4.    empleado por el auditor
Durante la auditoría el auditor puede necesitar obtener, conjuntamente con la entidad o independientemente, evidencia de auditoría en forma de informes, opiniones, valuaciones y declaraciones de un experto.  Por ejemplo:
*      Valuaciones de cierto tipo de activos, por ejemplo, terrenos y edificios, planta y equipo, trabajos de arte, y piedras preciosas.
*      Determinación de cantidades o condiciones físicas de activos como minerales almacenados en reservas de materiales, reservas subterráneas de minerales y petróleo, y la vida útil remanente de planta y maquinaria.
*      Determinación de montos usando técnicas o métodos especializados, por ejemplo, una valuación actuarial.
*      La medición de trabajo terminado y en proceso en contratos en desarrollo.
*      Opiniones legales concernientes a interpretaciones de convenios, estatutos y reglamentos.

Cuando determine la necesidad de usar el trabajo de un experto, el auditor deberá considerar la importancia relativa del estado financiero que está siendo considerando, el riesgo de representación errónea basado en la naturaleza y complejidad del asunto y la cantidad y calidad de otra evidencia de auditoría disponible.

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